Toda la vida nos han enseñado que el amor propio se empieza con trabajar nuestra parte emocional y física, pero nadie nos ha dicho que la verdadera clave del amor propio se basa en la unión de las dos y eso solo lo podemos lograr cuando conectamos con nuestro cuerpo ¿Y cómo podemos hacerlo? La respuesta es la masturbación.

 

La masturbación nos ayuda a liberar nuestro cuerpo, a quererlo, pero sobre todo a aceptarlo. También nos ayuda a quitarnos ese miedo, culpa o vergüenza que sentimos en el momento que tenemos sexo, por todas esas creencias o tabús con los que crecimos.

 

Es hora de ayudar a nuestra parte emocional y física con el auto toque, debemos entender que esto es totalmente natural ¡Nuestro cuerpo lo pide! Y sí, obvio se puede vivir sin ello, pero es necesario hacerlo para poderlo expresar.

 

La masturbación es perfecta para conocernos, y no necesariamente tienes que ir forzosamente en busca del orgasmo o sentir el placer que nunca has imaginado, el verdadero objetivo de masturbarnos es sentirnos libres, recorrer cada parte de nuestro cuerpo, identificar qué es lo que sentimos, qué es lo que nos mueve y empezar a tener conciencia de nuestros movimientos.

 

 

Nosotros recomendamos que a la hora de masturbarte lo hagas con ropa cómoda, perfecta para recorrer cada parte de ti ¡Quítate la ropa! Hasta lograr estar desnuda, con esto podrás reconocer cada centímetro de tu cuerpo. Después mírate y acepta todo lo que ves ¡Es hermoso! Tócate para identificar todas tus sensaciones, descubrir cuáles son las partes que más te generan placer al sentir el roce de tus dedos y eso ayudará a conocerte y liberarte. Esto logrará una conexión entre tu parte emocional y física.

 

Verás que poco a poco lograrás tener conciencia y control de todas tus sensaciones y movimientos.

 

Debes recordar que este camino no es necesariamente para sentir placer o felicidad, puede causar en ti cualquier emoción ¡Hasta tristeza! Y es válido y está bien, debes de darte permiso de sentir.

 

Masturbarte te ayudará a saber qué es lo que te gusta y poderlo comunicar con la persona con la que compartes intimidad y placer ¿Perfecto no?

 

Hazlo las veces que sea necesario, cuando se te antoje, para TI MISMO, porque te quieres y porque es la mejor manera de poder conocerte y entenderte.