El color, olor y consistencia de tu menstruación es un indicador de tu salud, conoce las diferencias para que puedas identificar cuando necesitas ir al médico y cuándo estás sana.

¿Por qué la sangre menstrual cambia de color?

Todas las mujeres hemos experimentado alguna vez un cambio en el color de nuestra regla. El color normalmente es marrón oscuro o rojo intenso, sin embargo puede variar dependiendo del flujo menstrual y muchos otros factores.

No hay que preocuparse si notamos variaciones en el color de nuestra sangre, ya que son completamente normales y se deben a distintos factores que pueden alterar el color de la misma.

Es importante conocer para qué sirven estas variaciones y hacer un seguimiento para entender como funciona nuestro cuerpo. Por ello aquí te dejamos algunos indicadores de color.

Color Claro o Rosáceo: Suelen aparecer los primeros días de la menstruación cuando la cantidad de sangre es menor. Este color generalmente significa que has comenzado a menstruar.

Color Rojo Intenso: Este color suele aparecer en el segundo o tercer día del ciclo menstrual, cuando comienza a incrementarse la cantidad de flujo vaginal. En este momento, es muy probable que notes coágulos durante tus periodos y que el flujo sea más intenso.

Color Marrón Oscuro: Esta tonalidad suele indicar que tu menstruación lleva algún tiempo retenida en el útero antes de ser expulsada por tu cuerpo. Esto puede ocurrir sobre todo si tu período no es regular o si hay algunas alteraciones hormonales en tu organismo.

Sangre Anaranjada: Si notas un flujo vaginal con tonalidad anaranjada además de picazón, mal olor u otros síntomas, puede ser un signo de infección lo cual requiere atención médica inmediata.

Sangre Grisácea: Cuando presentas secreciones vaginales con tonalidad grisácea puede ser signo de infección o aborto espontáneo así que acude a un profesional para descartar estas patologías.

¿Qué causa los cambios en la sangre menstrual?

El flujo menstrual consiste principalmente en sangre y restos celulares del revestimiento uterino (endometrio). Cuando se expone a fluidos corporales, aire u otros elementos externos durante su salida del útero, se producen cambios en el color y la textura de la menstruación.

Por ejemplo, cuando la sangre entra en contacto con los fluidos vaginales, se vuelve más acuosa y suele tomar un tono morado-marrón. Si estás usando tampones o compresas, también pueden haber cambios del color dependiendo de los productos químicos contenidos en ellas.

Además, el flujo menstrual también varía durante el transcurso del ciclo menstrual por lo que no siempre será igual de roja ni tendrá la misma textura.

Al principio del periodo, la cantidad de flujo es menor por lo que suele ser más escasa y presentar un tono más claro como marrón o grisáceo; mientras que al finalizar el periodo aparece más cantidad y es rojo intenso.

Otra causa posible son los desequilibrios hormonales asociados con problemas comunes como síndrome premenstrual (SPM), endometriosis u ovarios poliquísticos.

Estas situaciones provocan irritabilidad, dolores abdominales y también un incremento en los niveles hormonales lo que afecta directamente al flujo menstrual causando diferentes colores entre otros síntomas desagradables.

En estas situaciones es recomendable acudir al ginecólog@ para descartar patologías graves e iniciar tratamiento si fuera necesario.

Saber qué nos está pasando durante nuestro periodo nos ayuda a entender mejor nuestro propio cuerpo y saber cuándo consultar con un profesional sanitario si somos testig@s de variaciones anormales en el flujo menstrual como mucha cantidad o demasiado escasa; dolor excesivo; presencia de coágulos grandes; o mal olor vaginal además del cambio repentino en el color de la misma.

Recordemos que todas las variaciones son naturales pero hay situaciones anormales a las que hay que prestar atención para mantenernos san@s sexualmente hablando. ¡Es importante cuidarnos! Conocer bien tu propia menstruación te ayudará a tomar decisiones informadas sobre tu salud reproductiva y sexual.

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